A todos nos resultan familiares las múltiples sensaciones que se produce al entrar en el mar. Las personas con grandes problemas de movilidad, las incrementan, al ser un espacio dónde sus dificultades motoras, se reducen. Esta vez, Adrián y Julia, han disfrutado de esta experiencia, gracias a la asistencia de Cruz Roja, en la playa de las Teresitas, en Santa Cruz de Tenerife, dónde disponen de grúas adaptadas para este fin. Con ellos, sus compañeros, felices por verlos a ellos también allí. Porque…»para todo mal, el mar, para todo bien, también»..